Llegó la tranquilidad

Después de la borrachera de horas frente al ordenador, y tras el descanso pertinente, me decido a escribir de nuevo en el blog, para sintetizar lo que padecimos en el temporal, que venia, y que quedó más en temporalito (eso sí, más intenso por el oleaje en la zona de costa).

Pues bien, los modelos predicieron durante días, una inestabilización fuerte de la atmósfera fruto de la inyección de aire frío en altura, esto se cumplió. De hecho, hoy tenemos aún restos de este aire frío, que poco a poco, tenderá a reducirse, aunque se espera una bajada de las temperaturas en superficie para lo que queda de semana.

El movimiento se fue retardando en el tiempo y alargándose. En definitiva, tuvimos un aperitivo con tormentas fuertes, el sábado 9, con 17,16 mm., a partir de aquí las previsiones no se concretaban, y la inestabilización afectó de forma más intensa en Cataluña.

Los factores que no contribuyeron a precipitaciones más cuantiosas sobre nuestra comarca fue, la dirección del viento y el generador de ello la ciclogenesis general, que en un primer momento evolució por latitudes superiores a la nuestra y que posteriormente no incidió como se esperaba.

Posteriormente, el día 12 llegó la fuerte de la inestabilización y gracias a la realimentación de la ciclogenesis en mesoescala (activa hasta el día de hoy), que se originó en el mar de Alger. Favoreció el recular de ésta hasta las baleares, en donde se reoganizó el centro depresionario y gracias al cambio de la componente de los vientos originó las precipitaciones.

En este sentido cabe destacar que aún así las mayores precipitaciones se produjeron con vientos variables, predominando los vientos terrales.

En definitiva, en todo el episodio, del 9 al 13 de octubre, registramos 76,56 mm. y cabe destacar de todo ello las rachas de viento, que a pesar de todo, no registraron máximas en Sant Sofí y el estado del mar, que esa si, se predijo y se confirmó.

Para alguien que apuesta por una fuerte inestabilización y posibles riesgos para la población, se considera como una decepción, pero gracias a la misma al menos, no lamentamos daños materiales o personales. Esperaremos a la siguiente. Gracias por el seguimiento.