Tras estos últimos días en el que la precipitación ha brillado por su ausencia, a estas horas, se está gestando una nueva situación en el suroeste peninsular que durante mañana viernes y la primera mitad del sábado nos aportará un temporal de levante agregalado (NE). A esta situación le seguirá una mejora durante la segunda mitad del sábado y sobre todo del domingo. Los días siguientes se cree que se volverá a inestabilizar, muy posiblemente por la llegada de frentes que arrastrarán la península de Oeste a Este, pero en este sentido la probabilidad de precipitación destacada será mucho menor. Todo ello se traduce en una típica situación primaveral, la variabilidad meteorológica.
En esta previsión cabe aportar una valoración personal y que posiblemente no se produzca en realidad, pero merece la pena destacarla. La previsión apunta a que en 24-36 horas se acerque un frente, nos afecte y se aleje, es decir, una ciclogénesis muy rápida; y más cuando durante este tránsito se irá gestando una borrasca que se centrará al sur de Francia entre domingo-lunes. Junto a ello, esta situación viene acompañada por vientos de componente marítima húmeda y con irrupción fría en altura. Estos hechos pueden favorecer la formación de células tormentosas a pequeña escala que en el punto que se generen pueden hacer crecer células convectivas que precipiten con intensidad, ahora bien, el lugar y el momento es difícil de prever a estas alturas, ya que la borrasca que nos afectará a estas horas tiene una dimensión enorme, de más de 1000 kilómetros. Lo que se pretende destacar es que alguno de los datos pluviométricos más destacados en la historia torrencial de nuestra tierra, se han producido en periodos inestables cortos y rápidos, e incluso algunos de ellos sin elementos tan evidentes como los que se van configurando a estas horas.
Lo que esta ocurriendo ahora en la troposfera viene definido por una vaguada fría en altura, que realimenta de aire frío la borrasca que durante días se encuentra aparcada entre Madeira y las Canarias. Así mismo también se realimenta de aire subtropical más cálido y quizás eso si, no tan húmeda.
Ya durante las próximas 6-12 horas un frente se desplazará en dirección SO-NE, que ondulará formando un arco en todo el litoral mediterráneo oriental. Afectará a toda la costa mediterránea española y francesa, más adelante. Los vientos que en principio predominarán de NE seguirán una modificación ciclónica, que para la segunda mitad del sábado aportará vientos de noroeste y poniente. En capas medias la previsión de porcentajes de humedad no serán demasiado altos y ello limitaría la mayor probabilidad de precipitación, pero la extensión del frente y su actividad pueden ser determinantes.
En definitiva, el viernes y el sábado van a ser días nublados, con viento flojo y alguna racha moderada. Las temperaturas se mantendrán estables y en el caso de las precipitaciones, oficialmente, es que las precipitaciones sean entre débiles y moderadas, eso sí, algo más generales que los últimos días. Con todo hay alguna posibilidad, aunque remota, de que algunas precipitaciones sean moderadas o torrenciales, los modelos apuntan a comarcas del noreste peninsular, Cataluña y quizás el norte de Castellón, pero no es descartable que se produzcan en otras comarcas de Valencia o norte de Alicante.
Ya el sábado por la tarde y parte del domingo mejorará la situación, aunque la inestabilidad a corto plazo parece que no nos dejará.
Esperemos confirmar la situación. A estas alturas no se han activado emergencias ni por parte de AEMET, ni tampoco por parte de Governación, como siempre se esperarán a última hora. En definitiva, tomen precauciones ya que a pesar de ser remota la probabilidad de un temporal torrencial en la Ribera o comarcas próximas, la extensión del frente y su movimiento puede dar alguna sorpresa.
Según AEMET la probabilidad de precipitación del total del periodo es de entre 20-60 mm.
