De moda está últimamente dar nombre a cada una de las situaciones meteorológicas que contemplan una magnitud de inestabilidad bastante alta, en este caso, ya corre por internet el nombre de esta última, Becky.
Pues bien, a pesar de ser una situación que no nos afectará de forma directa y más peligrosamente, si es necesario analizar su movimiento y las consecuencias que acarreará en los territorios que si afecte. Como podemos observar en la siguiente imagen del W.CH. college, durante las últimas horas se observa como el ciclón va cogiendo forma e intensidad,
por una parte, destaca en el sur, sobre nuestra perpendicular un frente que ha dejado y podría dejar alguna precipitación débil. Por otra parte vemos como un frente muy activo empieza a barrer el Atlántico Norte, a pocos kilómetros de la costa inglesa. La presión actual sobre el centro es de unos 960 mb. y el viento es considerablemente fuerte en zonas de Islandia (148 km/h), Irlanda (104 km/h) y Reino Unido (90 km/h).
Los modelos indican que Becky no se profundizará más (965-980 mb.) y que se desplazará su centro por Reino Unido hasta la costa de la Bretaña francesa y posteriormente desplazándose hacia el centro europeo.
Asociado a ella, el gradiente de presión será muy acusado y por ello las regiones más próximas al centro, incluido nuestra comarca, sufrirán el empuje de un viento moderado, de cierta persistencia y con rachas violentas localmente. Además en relación a las regiones españolas las del norte, sobre todo la Cornisa Cantábrica y la zona de los Pirineos además de producirse una reducción considerablemente de las temperaturas, se producirán precipitaciones moderadas y en los montañas en forma de nieve acumulando espesores importantes.
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