martes, 26 de abril de 2011

Chernóbil: 25 años después.

Seguimos sin saber la verdad. Quizás hoy en día y tras vivir un nuevo desastre nuclear, recordar unos hechos tan dramáticos en una región relativamente cercana, como lo fue Chernóbil, es una tarea necesaria no solo para recordar sino también para replantearse el uso de la energía nuclear. Como una fuente de energía más el uso de ésta viene a ser sintetizada quizás erróneamente a través del parámetro económico de coste/beneficio, sin dar importancia a otros fenómenos como el buen uso y su peligrosidad. 

Desde los avances científicos de William Crookes y sobre todo de Wilhelm C. Röntgen, pasando por M. Curie, hasta llegar a la actualidad la humanidad ha dado grandes pasos para el uso y disfrute de la radiación y sus alternativas. Defensores y detractores quizás evidencian el potencial de la misma y como no, la capacidad de evolución futura de la misma que permita a la sociedad desarrollar nuevas tecnologías. A pesar de ello los recientes acontecimientos de Fukushima han aumentado la crítica hacia un sector del que la sociedad, a través de un uso racional y cuidadoso, ha posibilitado mejorar su nivel de bienestar.

Tal día como hoy de 1986 (26-04-1986) en Prypiat, una ciudad construida ex-novo en los años '70 a la vera de la Central Nuclear V.I. Lenin de Chernóbil con una población de cercana a los 50.000 habitantes, padeció el primer accidente nuclear que alcanzó el nivel 7 en la escala internacional de desastres nucleares y que supuso la expulsión de 8 millones de toneladas de material radioactivo, 500 veces más radiación que las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, la muerte directa de 30.000 personas y la afectación de más 10 millones de personas de forma indirecta.

La actividad en la Central se inició en 1983 según algunas informaciones sin haber desarrollado las tareas necesarias de seguridad. La madrugada del 25/26 de abril de 1986 el personal de la central nuclear inicia un experimento en el reactor número 4 relacionado con la seguridad, quizás por la falta de formación del personal, del defecto en el diseño del reactor o por las presiones del régimen soviético, a la 1:07 iniciado el experimento se producen los primeros ruidos extraños en el núcleo del reactor, que se complementaron a la 1:22 con la expulsión en el reciento de gas Xenon y el salto de las alarmas, automáticamente se inició el proceso de bajada de las barras de grafito que limitasen la actividad de la fisión nuclear, pero falló y tras intentarlo manualmente a la 1:23 se produjo finalmente la explosión reventando el sarcófago de cerámica y expulsando elementos radioactivos peligrosos como Yodo 131, Cesio 137, Estroncio 90, Xenon 133 o Plutonio 239, en unas cantidades que rondaron los 30.000 roentgen y 1800 roentgen diarios.

Dichos elementos radioactivos afectaban a la salud humana (tiroides, cantidad de calcio, afectación de órganos vitales) y también contaminaron directamente el suelo y como no, afectó al resto de seres vivos. En relación a los efectos de éstos en el tiempo, en el caso del plutonio los efectos perdurarán más de 24000 años, en cambio otros, su período de actuación se reduce a 600 años, 80 años o 8 días, en el caso del Yodo 131, pero no menos peligroso.

A partir de ese momento y sin ser avisada la población es bombardeada por la radiación, sufriendo quemaduras fruto de la precipitación radioactiva o la muerte para aquellos que acudieron a la central a apagar el incendio que ardía en su núcleo a temperaturas superiores a los 2000 ºC. En el resto de Europa la radiación es detectada horas después en Finlandia, Suecia y Rusia y el 2 de mayo llega a Japón. En España se vio afectada el este peninsular.

Los trabajos de descontaminación, evacuación y construcción de un sarcófago defensivo se desarrollaron con posterioridad, pero a pesar del accidente la planta se mantuvo en funcionamiento hasta el año 2000; con un diario de accidentes continuo hasta su cierre. Cabe destacar al igual que ha pasado en Fukushima el papel de los liquidadores, aquellos que arriesgando su vida lucharon para limitar los efectos contaminantes, descontaminar y construir el sárcofago defensivo.

A partir del día 27 de abril se inicia la evacuación de la ciudad y de 79 aldeas próximas, que son abandonadas y destruidas. El 28 se informa finalmente del accidente, a pesar de que se mantienen en secreto las operaciones posteriores.

Los peligros actuales abarcan desde el colapso de la infraestructura hasta una nueva explosión fruto de la filtración de agua a través de las posibles fracturas del sarcófago. En cambio sobre los efectos actuales en la población humana sobrepasan ya los efectos físicos y se detectaron problemas psicológicos como la ansiedad, el aumento del alcoholismo, la depresión, etc.

Hoy en día el área próxima a la central sobretodo al sur y oeste se encuentra deshabitada y la naturaleza ha recolonizado el  espacio urbano y rural ganado al hombre, algunas familias sobre todo de gente adulta han vuelto a sus antiguos pueblos y curiosamente mantienen una buena salud. La construcción de la ciudad de Slavutich a la orilla del Dnieper opuesta a donde está Pripiat, sustituyó a ésta y actualmente viven 25000 personas, cuya actividad principal era la actividad nuclear y hoy en día ya cerrada la central, se mantiene como Zona Económica Especial, para reocupar profesionalmente a su población.


En conclusión al ser un tema que implica erróneamente defender o criticar de forma unilateral (y sesgada) el papel de la radiación; durante los 25 años del accidente de Chernóbil y los pocos meses del terremoto-maremoto y accidente nuclear en Fukushima este tema se vuelve tabú y sobre todo apoyado por un mensaje catastrofista e infundiendo un miedo del que quizás la población con el fin de limitarlo debe encontrar respuestas a sus incógnitas y así poder mantener la capacidad técnica conseguida tras el descubrimiento de la radiación. En definitiva se debe abrir un debate sobre la radiación y la energía nuclear, planteando las medidas necesarias para aumentar su seguridad y si en cambio se precisa limitar su uso, aportar alternativas.


links: 
http://www.lapizarradeyuri.com/2010/11/14/asi-funciona-una-central-nuclear/

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